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Los peligros de las redes sociales para niños

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Los peligros de las redes sociales para los niños

Internet es un arma de doble filo. Por un lado, ha supuesto una herramienta que nos acerca a una cantidad de información sin precedentes. Nunca antes en la historia conocida, hemos tenido acceso a tanto conocimiento ni hemos estado tan interconectados. Esto se lo debemos, en gran medida, a la red global, que ha pasado a formar parte de nuestras vidas como un miembro más de la familia. Pero un sistema tan abierto, dinámico y global, también trae consigo importantes retos, muchos de ellos en forma de amenaza. En el salvaje oeste los bandidos asaltaban caminos. Hoy, con los caminos desplegándose en el ámbito digital, los bandidos de nuestro tiempo han encontrado su caladero en internet.

Los niños son nativos de estos entornos. Esto quiere decir que han nacido rodeados de los mismos y los conocen bien. Pero por mucho que un niño esté familiarizado con las pantallas, sigue siendo un niño, o lo que es lo mismo, sigue siendo inocente. Es el deber de los padres, tutores, y en general de las personas de más edad, informar, educar, prevenir y proteger a los más pequeños de los peligros que transitan en la red, un entorno que, a causa de la dirección que está tomando nuestra sociedad, forma y formará parte de sus vidas de una u otra manera.

Las redes sociales y los niños

La naturaleza humana muestra sus luces y sus sombras en todos los ámbitos por los que asoma, y ahora que la humanidad se pone de puntillas para explorar el universo digital que se abre ante nosotros, la luz y la oscuridad de nuestra naturaleza se manifiesta en ese entorno. Por eso, en la nueva era digital, no hay que ser precavido solo frente a las amenazas que provienen de los ciberdelincuentes, sino también de gente con quien tenemos relaciones más cercanas (compañeros de clase, de equipo de fútbol, de clase baile, etc.). Pero más aún si cabe de las que provienen de uno de los enemigos más temibles a los que cualquiera se puede enfrentar: uno mismo.

Precisamente por ese tipo de amenazas es por la que queremos empezar. Por las que derivan de la propia relación de los más pequeños con internet. En función de la edad con la que se empiecen a usar las redes sociales, los peligros asociados pueden variar.

En los niños mayores y los adolescentes son cada vez más comunes los casos de ciberadicción, distorsión de la realidad causada por la sobreinformación, la información falsa, sesgada, imprecisa o exagerada que podemos comúnmente encontrar en estos medios, o bien por el uso continuado de herramientas (ej. filtros) que distorsionan su imagen y la del mundo. Esto puede derivar en graves problemas de autoestima, obsesiones, incitación al odio, ansiedad y depresión.

También es común en estos casos que aparezca un problema de falta de atención o de pérdida de tiempo de estudio, trabajo o socialización física con miembros de la familia y amigos por estar demasiado absorbidos en la realidad digital y los universos y personajes que en ella se crean. En casos de niños más pequeños a estos problemas puede llegar a sumarse verdaderos problemas de desarrollo cognitivo y motriz a causa de la falta de interacción con el entorno físico.

Precauciones a tomar

Pero, aunque los niños sean capaces de mantenerse al margen de estas amenazas, como nos muestra este artículo de ExpressVPN, internet es un entorno que les hace vulnerables a otros peligros como el ciberbullying (una forma de violencia virtual caracterizada por el acoso a sus víctimas), el sexting y el grooming (dos tipos de manipulación sexual que opera a través de RR.SS. y servicios de mensajería instantánea). O la sextorsión (extorsión sexual por medios telemáticos) que en algunos es en lo que desembocan las dos prácticas anteriores. En todos estos casos, los perpetradores de estos actos se ceban en la inocencia y el desconocimiento de sus víctimas para llegar a cabo sus oscuros propósitos.

Para hacer frente a estos riesgos, será necesaria una actitud comunicativa, de escucha activa y de aprendizaje con los pequeños. Será necesario, primero, estar bien informado sobre los peligros que esconde internet, y después ser capaces de transmitir ese conocimiento. Además, las tareas de supervisión, fijación de horarios, y control de actividades de los menores de edad de manera que se encuentre un equilibrio entre su privacidad, su libertad y su seguridad, será clave para tener éxito en la protección y la educación en la materia. Y como siempre, la mejor manera de enseñar es dando ejemplo. Por ello, es importante que no solo los más pequeños, sino nosotros, los adultos, sepamos a qué nos enfrentamos y cómo debemos actuar frente a algunas de las grandes amenazas de nuestro tiempo.

Fuente de la imagen Pixabay: https://pixabay.com/photos/people-google-polaroid-pinterest-3175027/